IIII o IV. El emperador
En su mano derecha empuña el cetro que antaño sostenía la emperatriz, personifica el fuego vital que arde. Es príncipe de este mundo, esto es gobierna sobre lo que está corporizado, contraste al dominio celestial y etéreo de la emperatriz, los cuerpos permanecen sujetos al emperador que los anima y gobierna.
Energía, poder, derecho, voluntad, firmeza, concentración, certidumbre, deducción matemática, constancia, seguridad, rigor, exactitud. Un espíritu dominante que influye sobre los demás sin dejarse influir; calculador, que no se fía sino del razonamiento y la observación positiva, con carácter inquebrantable, pero falta de intuición o idealidad, magnificiencia sin amenidad, protector poderoso o adversario terrible, tirano y déspota, sujeto a la delicadeza femenina.
Al derecho: Poder. culminación, confianza, fortuna, estabilidad, autoridad, espíritu indomable, mando, madurez, tendencia bélica, éxito en los negocios, padre, hermano o esposo, influencia masculina, convicción, dominio de la inteligencia y la razón sobre la emoción y las pasiones, fuerza, persona capaz, inteligente, competente.
Invertida: inmadurez, ineficacia, falta de fuerza y/o decisión, ineptitud para el progreso, carácter débil, incapacidad para controlar las emociones.
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