El 27 de enero de 1880 le fue concedida la patente de la lámpara incandescente a Thomas Alva Edison.
La lámpara incandescente prácticamente no ha sufrido alteraciones desde su invención, y Edison tampoco fue el primero en inventar una bombilla que por medio de la electricidad, generara luz. Sin embargo su mayor aportación fue su comercialización de manera rentable ya que hizo que ésta lámpara, funcionara durante un tiempo considerable, ya que el problema de los anteriores inventos, era precisamente ese, sus filamentos se quemaban demasiado rápido. Edison, después de probar con diversos materiales como vegetales, minerales, animales y hasta un pelo de la barba de uno de sus asistentes, consiguió un filamento basado en el carbono que alcanzó la incandescencia sin fundirse. Así, el 21 de octubre de 1879 logró que su bombita resplandeciera durante 48 horas ininterrumpidas, sin embargo, el filamento que resultaba era frágil, así que Edison intentó con bambú quemado. El empleo de este material y el uso de una bomba de vacío mejorada para extraer más aire fuera de los bulbos, dio a sus lámparas una vida útil de aproximadamente 1200 horas.
La incandescencia se puede obtener de dos maneras. La primera es por combustión de alguna sustancia, ya sea sólida como una antorcha de madera, líquida como en una lámpara de aceite o gaseosa como en las lámparas de gas. La segunda es pasando una corriente eléctrica a través de un hilo conductor muy delgado como ocurre en las bombillas corrientes. Tanto de una forma como de otra, obtenemos luz y calor (ya sea calentando las moléculas de aire o por radiaciones infrarrojas). En general los rendimientos de este tipo de lámparas son bajos debido a que la mayor parte de la energía consumida se convierte en calor.
Las lámparas incandescentes están formadas por un hilo de wolframio que se calienta alcanzando temperaturas tan elevadas que empieza a emitir luz visible. Para evitar que el filamento se queme en contacto con el aire, se rodea con una ampolla de vidrio a la que se le ha hecho el vacío o se ha rellenado con un gas. El conjunto se completa con unos elementos con funciones de soporte y conducción de la corriente eléctrica y un casquillo normalizado que sirve para conectar la lámpara a la luminaria.
Actualmente y desde el 31 de Diciembre de 2011 (en México) y antes incluso en el resto del mundo, quedó prohibida su comercialización debido al gasto energético que representan y el calor que generan, el cual es el 80% de la energía generada, por ende colaboran con el calentamiento global.
Aún así, no podemos dejar pasar el hecho, que durante algunos años fue uno de los inventos más útiles.
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