El décimo trabajo de Heracles consistió en llevar los famosos bueyes de Geriones desde Eritrea, sin pedirlos ni pagarlos. Geriones, hijo de Crisaor y Calirroe, hija esta del titan Océano, era rey de Tartesos en España, y tenia fama de ser el hombre mas fuerte del mundo.
Los bueyes rojos de Geriones, animales de una belleza maravillosa, estaban guardados por el pastor Eurition, hijo de Ares, y el perro bicefalo Ortro quien era hijo de Tifon y Equidna.
.jpg)
Cuando llego, subió al monte Abas. El perro Ortro corrió hacia el ladrando, pero Heracles lo mató con la clava, y Euritron, el pastor de Geriones, que corrió en ayuda de Ortro, murió del mismo modo. Luego Heracles se llevo el ganado. Menetes, que apacentaba el ganado de Hades en las cercanías llevo la noticia a Geriones.
Desafiado a combatir, Heracles arremetió contra el costado de Geriones y le atravesó los tres cuerpos con una sola flecha. Como Hera se apresuro a acudir en ayuda de Geriones, Heracles la hirió con una flecha en el pecho derecho, y ella huyo.
Cuando Heracles llevaba el ganado de Geriones a través de Liguria, dos hijos de Poseidon llamados Alebion y Dercino trataron de robárselo, pero los mató a ambos.
Al anochecer cruzó el río a nado, llevando por delante al ganado, y se acostó para descansar en un lecho de hierbas. En una profunda cueva cercana vivía un pastor enorme, horrible y de tres cabezas llamado Caco, un hijo de Hefesto y Medusa, que era el terror y la deshonra del Bosque Aventino, y arrojaba llamas por cada una de sus tres bocas. Cráneos y brazos humanos colgaban clavados sobre los dinteles de su cueva y dentro de ella la tierra relucía con la blancura de los huesos de sus victimas. Mientras Heracles dormía, Caco le robo sus dos mejores bueyes, así como cuatro novillos, que arrastró hacia su guarida.
A la primera luz de la aurora Heracles se despertó y advirtió que la faltaban aquellos animales. Después de buscarlos en vano, estaba a punto de seguir adelante con los demás cuando una de las novillas robadas mugió a causa del hambre. Heracles observo que el sonido provenía de la cueva, pero encontró la entrada cerrada por una roca que ni siquiera habrían podido mover diez yuntas de bueyes; sin embargo, la aparto a un lado como si hubiera sido un guijarro y, sin atemorizarse por las llamas humeantes que arrojaba Caco, luchó con el y le machacó la cara completamente.

Mas adelante, será tocada la historia de Gilgamesh.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario