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martes, 29 de enero de 2013

Leprosos


En el marco del día mundial de la lepra celebrado el pasado 24 de Enero, hoy martes de ciencia, comentaremos muy a groso modo, qué es ésta temida enfermedad. La lepra ya era conocida por las antiguas civilizaciones de China, Egipto y la India. La primera referencia escrita a la lepra se remonta aproximadamente al año 600 a.C

También conocida como enfermedad de Hansen, por haber sido éste investigador el descubridor del bacilo causante de la enfermedad, constituye actualmente un problema que afecta sobre todo a países con regiones tropicales y económicamente poco desarrollados, se estiman alrededor de 600 mil casos activos.

El agente causal es la bacteria conocida como Mycobacterium leprae, un bacilo ácido alcohol resistente, aerobio estricto, que no ha sido posible cultivar en un medio de cultivo, ya que requiere de células vivas para su desarrollo, por lo que usualmente es inoculado en armadillos o monos mangabey. Crece muy lentamente con un tiempo de generación de 12 días, lo cual explica el periodo de incubación de la enfermedad: 3 meses hasta 20 años.

La lepra comienza de manera gradual por lo regular con un aumento o disminución de la percepción de las sensaciones en determinadas zonas de la piel, las cuales comienzan a disminuir o aumentar su pigmentación. Posteriormente, éstas zonas adquieren un mayor grosor, se cae el vello y pierden la capacidad de sudoración así como de percibir las sensaciones. Aumentan los nervios de brazos y piernas lo cual es doloroso, más tarde hay entumecimiento, pérdida de masa muscular, ulceración e incluso pérdida de alguno de los dedos de manos y pies.









Las lesiones se van agrandando y se extienden haciéndose mas evidentes en la zona del rostro, con engrosamiento de la nariz y pronunciadas arrugas, hay congestión y sangrado nasal (epistaxis).

M. leprae penetra por los pequeños nervios de la piel y en un inicio también crece dentro de los macrófagos evadiendo la formación del fagolisosoma. El curso de la infección depende de la respuesta inmune del hospedero: con hipersensibilidad retardada e inmunidad celular.

Conforme avanza la enfermedad, los macrófagos son capaces de mantener a raya a los bacilos, por lo que no existe una gran cantidad de ellos, sin embargo el mayor daño se debe a la infección crónica a los nervios que conduce a deformidades incapacitantes, resorción de hueso y ulceración de piel. Cuando éste tipo de infección limitante, detiene su curso, en muchas ocasiones el daño nervioso se vuelve permanente, a éste tipo de lepra se conoce como lepra tuberculoide. Con un índice sumamente bajo de contagio por la escasa cantidad de bacilos, muchas veces éste tipo de lepra deja tan dañado y débil al sistema inmune, que es posible que una persona con lepra tuberculoide, origine una lepra más grave: la lepra lepromatosa. Por ende el tratamiento temprano, se debe cuidar para evitar lo anterior.

Cuando la respuesta inmune celular o la hipersensibilidad retardada no logran montarse, o están suprimidas, se presenta un desarrollo ininterrumpido de los bacilos hacia las zonas más frías del cuerpo. Los tejidos y mucosas están llenos de M.leprae y no se presenta respuesta inflamatoria, la naríz y garganta están saturadas de bacterias que pueden ser contagiadas a otras personas. En las lesiones hay linfocitos, pero no macrófagos activados. La función inmunitaria normal se restablece cuando se controla la enfermedad mediante el tratamiento.
Desde 1995, la OMS proporciona gratuitamente a todos los pacientes del mundo tratamiento multimedicamentoso (TMM), que es una opción curativa simple, aunque muy eficaz, para todos los tipos de lepra. En 1981, un grupo de estudio de la Organización Mundial de la Salud recomendó el TMM con dapsona, rifampicina y clofazimina, que elimina el patógeno y logra la curación del paciente.

Desde 1985, la OMS proporciona TMM gratuitamente a todos los pacientes del mundo, inicialmente a través del fondo para medicamentos de la Fundación Nippon, y desde 2000 mediante las donaciones de TMM que hacen Novartis y la Fundación Novartis para el Desarrollo Sostenible.
Según datos de la OMS:
  • A lo largo de los últimos 20 años se han curado más de 14 millones de enfermos de lepra, unos 4 millones de ellos desde el año 2000.
  • La tasa de prevalencia de la enfermedad ha disminuido un 90%, es decir, de 21,1 casos por 10 000 habitantes a menos de 1 caso por 10 000 habitantes en 2000.
  • La carga de morbilidad mundial por esta causa ha disminuido espectacularmente: de 5,2 millones de casos en 1985 a 805 000 en 1995, 753 000 a finales de 1999, y 213 036 casos a finales de 2008.
  • La lepra se ha eliminado en 119 de los 122 países en los que constituía un problema de salud pública en 1985.
  • Hasta el momento no han aparecido casos de resistencia al TMM.
  • En México la lepra ha desaparecido casi por completo; según cifras del Sector Salud existe un enfermo por cada 10 mil habitantes, cifra que la OMS no considera peligroso.

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