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martes, 1 de enero de 2013

El dios Etanol y su metabolismo

Es propio de estas fechas, ingerir altas cantidades de alcohol, pero una vez concluida la amena reunión de anoche, hoy nos despertamos con dolor de cabeza, nauseas, una sed terrible y adinamia (ganas de no hacer nada). ¿Es tu caso? ¿Qué pasa en tu organismo cuando ingieres bebidas alcohólicas?


El alcohol etílico o Etanol, se absorbe a nivel intestinal y se distribuye por el organismo de forma similar al agua. Se metaboliza principalmente en el hígado gracias a la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH). La cual cataliza (acelera) la conversión reversible de los alcoholes a sus correspondientes aldehidos y cetonas utilizando NAD (Nicotinamida-Adenina-Dinucleótido) como cofactor.
 El alcohol puede ser metabolizado en el organismo humano en varios órganos, incluyendo el estómago, intestino delgado y cerebro;  la mayor parte de este metabolismo se hace en el hígado
 El citocromo P450 es el encargado de la otra ruta metabólica y su componente particular: CYP2E1, es directamente estimulado por el etanol. CYP2E1 es metabolicamente activo aún en ausencia del alcohol y forma pequeñas cantidades de especies reactivas del oxígeno (ORS), o radicales libres, en el proceso oxidativo. El abuso de bebidas alcohólicas aumenta la cantidad de ORS generados, ocasionando daños en la membrana de la celula.
Además de los radicales libres, que se originan en el hígado, se produce acetaldehído que reacciona con proteínas y otras macromoléculas para formar complejos reactivos. Los cuales pueden ser causantes del daño hepático observado en alcohólicos y se encuentran presentes en el "hígado graso".


El consumo excesivo de bebidas alcohólicas altera el metabolismo de los lípidos (grasas), en especial de los  triglicéridos. El mayor daño, es la acumulación de grasa en el hígado o esteatosis, con la aparición de pequeñas acumulaciones de grasa al interior de los hepatocitos mientras que el núcleo se desplaza hacia la periferia. Las alteraciones lipídicas atribuidas al alto consumo de alcohol están  asociadas a un aumento en los factores de riesgo para la enfermedad coronaria, observada en alcohólicos crónicos. 
Las consecuencias del alcoholismo son de daño en diferentes órganos y aumento de riesgo de cáncer. Debido a la gran facilidad de absorción que tiene el alcohol, perjudica: boca, faringe, laringe y esófago, hígado y páncreas, provoca además cardiopatías, cirrosis, convulsiones, desnutrición, degeneración cerebral y otros desordenes neurológicos, los cuales incluyen delirium tremens, demencia, disfunción sexual y amenorrea, puede ocasionar también gastritis, hepatitis, intoxicación y neumonía, además de ocasionar problemas psicológicos y sociales, entre otros.
CUIDATE

1 comentario:

  1. Da igual, seguiré bebiendo, si no enfermo por esto enfermaré por otra cosa igualmente.

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